Bilbao Dé-tour-nement (Bilbaoarte)
Partiendo del mapa como herramienta, se plantea una reflexión plástica sobre el contexto que envuelve el proyecto Bilbao Dé·Tour·Nement. Catálogo de Espacios y Prácticas Artístico-Culturales (Beca de Creación DFB/BFA, 2015-2016).
La propuesta traza una relación entre la vieja y La nueva ciudad, un diálogo a través de sus texturas y fragmentos: aquello que sólo puede ser intuido entre páginas, reclama ahora su peso material. Para ello, me apoyo en el resto y el registro, bajo un carácter de archivo: elementos, fractales (del latín fractus, quebrado o fracturado) encontrados que envuelven los territorios y espacios transitados a lo largo de los márgenes de la ciudad; los de la ciudad sedimentada bajo la nueva urbe.
Desde lo quebrado, se propone un acercamiento al archipiélago fractal compuesto por pabellones y espacios en desuso (paisajes que Claude Levi-Strauss llamaba calientes y Robert Smithson definió como entrópicos , esto es “los paisajes industriales, los territorios alterados por la naturaleza o por el hombre, las zonas abandonadas condenadas al olvido de los paisajes entrópicos, unos territorios en los que se percibe el carácter transitorio de la materia, del tiempo y del espacio…” ): aquellos que nos traen de vuelta la memoria y el pasado de la ciudad, se modifican continuamente transformándose en contenedores que albergan nuevos usos, nuevos modos de producción.
La propuesta traza una relación entre la vieja y La nueva ciudad, un diálogo a través de sus texturas y fragmentos: aquello que sólo puede ser intuido entre páginas, reclama ahora su peso material. Para ello, me apoyo en el resto y el registro, bajo un carácter de archivo: elementos, fractales (del latín fractus, quebrado o fracturado) encontrados que envuelven los territorios y espacios transitados a lo largo de los márgenes de la ciudad; los de la ciudad sedimentada bajo la nueva urbe.
Desde lo quebrado, se propone un acercamiento al archipiélago fractal compuesto por pabellones y espacios en desuso (paisajes que Claude Levi-Strauss llamaba calientes y Robert Smithson definió como entrópicos , esto es “los paisajes industriales, los territorios alterados por la naturaleza o por el hombre, las zonas abandonadas condenadas al olvido de los paisajes entrópicos, unos territorios en los que se percibe el carácter transitorio de la materia, del tiempo y del espacio…” ): aquellos que nos traen de vuelta la memoria y el pasado de la ciudad, se modifican continuamente transformándose en contenedores que albergan nuevos usos, nuevos modos de producción.